miércoles, 28 de noviembre de 2012

TURPIAL Cautivo

A Nancy Vivas y José Leal (Catire),
mis amigos de San José,
fieles centinelas del turpial.
Para Marli Castillo,
la  declamadora del poema, en Villa Araure.


Trinaba un triste turpial
al pie del monte llanero
porque una jaula de acero
acrecentaba su mal. 
Pero un viento fantasmal
(como es la brisa en el llano)
hizo trizas el profano
artefacto de alma incierta
y le abrió al ave la puerta
del cielo venezolano.


Este turpial que vi y fotografié muchas veces en San José, Araure,
en casa de mis amigos, inspiró este poema y el libro
que al principio se tituló Al pie de un monte llanero.



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