Se fue al llano la espinaca
y, cuando llegó a Cojedes,
la pescaron unas redes
que puso la guasacaca.
–Mire, si usted no me saca
de este chinchorro trabado,
la voy a mirar de lado,
hasta que tenga que abrir
y no le voy a decir
por dónde viene el asado.
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