viernes, 23 de noviembre de 2012

CASA EN RUINAS     



Ya no hay pared que se coma
la carcoma,
ni puerta que al comején
sepa bien
y como engulló mi silla
la polilla
¡que detengan, por favor,
al castor!
o viviré en un jardín
de aserrín,
sobre astillas de madera…

(¡Si hubiera!)

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