viernes, 23 de noviembre de 2012

TOPOCHO ENTRE LA ESPADA Y LA PARED



El alba del treinta y uno
se puso triste el topocho
porque a su viejo morocho
lo volvieron desayuno.

¡Y ese, como está moruno
échenlo en los matorrales!
dijeron los animales
del llano–. Y, por tal motivo,
fue que lo agarraron vivo
los fuegos artificiales.

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